Cuando una persona hace algo concentrándose en ello, ya sea en pensamiento o en hechos, deben alegrarse de su porción y no perseguir cualquier otra cosa, porque todo el mundo se pliega sobre sí mismo ante ellos en su acción específica.
Cuando una persona hace algo concentrándose en ello, ya sea en pensamiento o en hechos, deben alegrarse de su porción y no perseguir cualquier otra cosa, porque todo el mundo se pliega sobre sí mismo ante ellos en su acción específica.