En el tikkún (reparación) completo, necesitamos tanto nuestra inteligencia como nuestra acción para conformar nuestra voluntad. Nada puede tener lugar a no ser que lo queramos.
En el tikkún (reparación) completo, necesitamos tanto nuestra inteligencia como nuestra acción para conformar nuestra voluntad. Nada puede tener lugar a no ser que lo queramos.